Años sincuenta: Las guerrillas del Llano.

Tulio Bayer V Tomó una canasta en la que introdujo pan y desde adentro una cuerda que sostenía la tapa caía sobre la paloma cuando picoteaba las migajas. De esa manera logró buena presa para soportar los fríos. Por un buen tiempo tuvo la costumbre de asarlas en la...

Carta abierta a un analfabeto político.

  Tulio Bayer IV     Orientado por Zouzi, el tunecino, recorrió las calles y encontró suficientes objetos para su cuarto: halló en la calle Botzaris la reclinomática de cuero, en la calle de Los Solitarios un refrigerador alemán de color anaranjado y en...

Un contestatario sin Dios.

Tulio Bayer III   Después de dormir a sus anchas tratando de olvidar su derrota, llegó a París y lo recibieron dos funcionarios pálidos y una mujer escuálida que hablaba muy bien el castellano. Petronio estaba arisco y detestaba los locutorios que los periodistas...

Un solitario guerrillero, impertinente y mordaz.

TULIO BAYER «No me tiren piedras ni huevos podridos, hice lo que pude».      Cuatro justificaciones del espíritu gregario: Primero: todas las cosas duraderas están justificadas; segundo, todas las cosas que no nos son enojosas están justificadas; tercero, todas...

ite-missa-est

En su libro Viaje a pie, publicado en París en 1929, Fernando González evocando la asfixiante disciplina religiosa de su niñez, narra cómo fue su desilusión cuando en la iglesia le alzó el vestido al intrépido Pablo de Tarso, allá en la sacristía de la iglesia de su...