El 2 de mayo de 1808 se levantó el pueblo de Madrid cuando vio la partida de la familia real a Bayona para negociar allí con Napoleón. La guerra de liberación dura seis años. Mientras parte de España permanece bajo la ocupación francesa, tienen lugar en Cádiz las Cortes que aprueban una Constitución liberal. José, el hermano de Napoleón, deseaba impulsar la modernización social de España. La Constitución de Cádiz no era monarquista absoluta: afirmaba que el poder político procedía del pueblo.
Luego del triunfo de las tropas de liberación sobre Napoleón, que desarrollaron la táctica llamada hoy de guerrillas, y que fueron conducidas por el pueblo y curas fanáticos, José y sus colaboradores españoles que se llamaron los afrancesados, tuvieron que abandonar España. En el año 1814 retornó el rey Fernando VII a España, derogó todo lo que había surgido bajo el estimulo y la influencia de Carlos III e inauguró un dominio de verdadero terror que precipitó a España a las épocas más sombrías de su historia actual. La “astucia de la teología” se valió pues, de los impulsos napoleónicos por la modernización para destruir esos impulsos y transformar a España en un desierto cultural.…en la decadencia de un imperio que para restaurar la unidad de la iglesia católica, se negó a reconocer la historia y se excluyó del curso de la historia ella misma .Trivialización, decadencia, extenuación por la reconquista ; trivialización y decadencia por una voluntad de negarse al mundo moderno en nombre de la fe.
Rafael Gutiérrez Girardot
El ensayo en lengua española en el siglo XIX
Fondo Editorial UNAULA-Medellin