…la verdadera historia, es más pudorosa y sus fechas esenciales pueden ser, durante largo tiempo, secretas.

Carlos Bueno

29 agosto, 2024

El pudor de la historia

Jorge Luis Borges

 

El 20 de septiembre de 1792, Johann Wolfgang von Goethe –que había acompañado al Duque de Weimar en un paseo militar a Paris- vio al primer ejército de Europa inexplicablemente rechazado en Valmy por unas milicias y dijo a sus desconcertados amigos: “En este lugar y día de hoy, se abre una época en la historia el mundo y podemos decir que hemos asistido a su origen”.

Desde aquel día han abundado las jornadas históricas y una de las tareas de los gobiernos –singularmente en Italia, Rusia y Alemania- ha sido fabricarlas o simularlas, con acopio de previa propaganda y de persistente publicidad. Tales jornadas, en las que se advierte el influjo de Cecil B. de Mille, tienen menos relación con la historia que con el periodismo: yo he sospechado que la historia, la verdadera historia, es más pudorosa y que sus fechas esenciales pueden ser, asimismo, durante largo tiempo, secretas. Un prosista chino ha advertido que el unicornio, en razón mismo de lo anómalo que es, ha de pasar inadvertido. Los ojos ven lo que están habituados a ver. Tácito no percibió la Crucifixión, aunque la registra su libro.

CAZA DE CITAS
Su mayor ambición era la de producir una obra que consistiera exclusivamente de citas

Su mayor ambición era la de producir una obra que consistiera exclusivamente de citas

Casa de citas   Su mayor ambición era la de producir una obra que consistiera exclusivamente de citas.  Hannah Arendt, por Walter Benjamín. –Por qué no insinuar en el discurso nuestras indecencias, nuestras humillaciones, nuestras muecas y nuestros suspiros?...