ESCRITOS SOBRE LA HISTORIA CRIOLLA
Luis Carvajal Urresta
Ya conté mis primeros encuentros infantiles con la parroquia de mi barrio, en la que serví de monaguillo y ayudé a decir misa en latín. Mi rostro infantil quedo esculpido en una de sus imágenes de ángeles que rodean el altar. De modo que conozco muy bien el armazón de madera que servía para vestir los santos tan venerados por las beatas. Actualmente la Iglesia católica, al igual que las cristianas y demás creencias, me interesan tanto como me interesa la mitología griega o romana. No guardo ninguna reverencia o genuflexión hacia ninguna de ellas. Cada vez que me preguntan si soy creyente o ateo, contesto lo mismo. Solo creo en la necesidad del hombre de creer en algo, en dioses o en la pata de conejo o en ambas cosas a la vez. Cada cual con sus necesidades que para eso existe la libertad de pensamiento. Pero esa libertad se restringe cuando se es creyente de una sola doctrina. Si solo conoces esa, no conoces ninguna.
Las Iglesias me concierne personalmente cada vez que invade terrenos políticos, sociales y sobre todo familiares, tratando de imponer su criterio que cree universales por la gracia de su dios. Una sentencia anarquista nos dice que cada vez que hablan de Dios intentan algo contra la libertad o contra el bolsillo. Porque si no es para pedir dinero, es para prohibir algo. Tengo amigos que son sacerdotes y amigas monjas a quienes respeto profundamente porque son personas íntegras y como ellas deben existir varios. Pero la Iglesia como institución con su jerarquía manipuladora, mentirosa y corrupta, queriendo conseguir clientes para controlarlos, influir en sus vidas y sacar provecho bajo amenazas y castigos eternos, solo merece desprecio y denuncia pública.Los propietarios rurales y comerciantes; políticos y clérigos, la élite rica criolla, configuraron un Estado decimonónico que desde entonces han manejado los destinos de la nación como si fuera una gran hacienda colonial. La influencia de la Iglesia en el adoctrinamiento de la población, en sermones y homilías pastorales, conformaron un entramado faccioso para garantizar su permanencia en la educación, sembrando el odio contra todos aquellos que no seguían sus mandatos. Lo demostraron en el periodo en que se estableció una Constitución elitista que duró más de cien años, elaborada especialmente para el alto clero y los intereses económicos, comerciales, industriales y agrícolas; bajo la dirección de los recalcitrantes conservadores y fanáticos religiosos, Miguel Antonio Caro y Rafael Núñez. Lo demostraron en los periodos más negros de la violencia, incitando desde lo pulpitos a más violencia contra los liberales y muchos lideres eclesiásticos no dudaron en abrazar la ideología fascista y nazi.
El Dr. Luis Arnul Carvajal Urresta es PhD en Economía por la Universidad de París X. Ha sido Profesor de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y Profesor Visitante de diversas universidades europeas y latinoa-mericanas. Cuenta con más de 25 años de Experiencia como Director Financiero para empresas francesas y españolas especializadas en comercio exterior. Ha sido miem-bro de Sociedad de Auditoría en París y Madrid. Consejero en Cooperación Interna-cional y en Proyectos de Ciencia y Tecnolo-gía. Durante más de 10 años fue Secretario Ejecutivo de la Asociación Internacional de Costos (IIC) y actualmente es miembro honorario. Invitado como estratega en comercio internacional alrededor del mundo en diferentes congresos, seminarios y ponencias. Es autor y coautor de diversos artículos publicados en revistas españolas, francesas y latinoamericanas sobre modelos de economía internacional, negociaciones multilaterales, emprendimiento y dirección de empresas entre otros temas.
El Espejo Que Nos Espera En Vano.
Primera edición, mayo de 2023. SELLO Editorial Editorial REDIPE . Nueva York – Cali