Botones que balbucean imperativos, efigies de caudillos, vivas y mueras prefijados, muros exornados de nombres, ceremonias unánimes, la mera disciplina usurpando el lugar de la lucidez…

Carlos Bueno

29 julio, 2023

 

Las dictaduras fomentan la opresión, las dictaduras fomentan el servilismo, las dictaduras fomentan la crueldad; más abominable es el hecho de que fomenten la idiotez. Botones que balbucean imperativos, efigies de caudillos, vivas y mueras prefijados, muros exornados de nombres, ceremonias unánimes, la mera disciplina usurpando el lugar de la lucidez… Combatir esas tristes monotonías es uno de los muchos deberes del escritor.

 Jorge Luis Borges. 1946

Nicolás Gómez Dávila, escolios para explicar el mundo - Nueva Revista

– Ninguna idea que necesite apoyo lo merece.

 

– Toda recta lleva derecho a un infierno.

 

 – La fe – cualquier fe – se pierde frecuentando correligionarios.

 

– La plétora de leyes es indicio de que ya nadie sabe mandar con inteligencia. O de que nadie sabe ya obedecer con libertad.  

 

– Una estupidez no deja de serlo porque haya quien muera por ella.  

– Ni la elocuencia revolucionaria, ni las cartas de amor, pueden leerse por terceros sin hilaridad.  

Nicolás Gómez Dávila

CAZA DE CITAS
…esa desordenada alegría, tan esquiva, de quien se sabe dueño del ilusorio vacío de la muerte.

…esa desordenada alegría, tan esquiva, de quien se sabe dueño del ilusorio vacío de la muerte.

...Hemos tapiado todas las salidas y nos engañamos como las fieras se engañan en la oscuridad de las jaulas del circo, creyendo que afuera les espera la selva que añoran dolorosamente… «…y esto me lleva a confiar mi certeza en la fugacidad de ese peligroso...

CAZA DE CITAS
…acaso porque la vida cuando se empieza a poner sobre el papel se hace novela. 

…acaso porque la vida cuando se empieza a poner sobre el papel se hace novela. 

  !Mierda! , dijo la Marquesa, poniendo las tetas sobre la mesa—. Con quién peleo, si sólo maricas veo… Echó una mirada en torno, por el cafetín abyecto, y sus ojos se detuvieron en mí. Yo solté la gran carcajada: era el personaje más extraordinario que había...