Sin decirlo esta canción dirá tu nombre; sin decirlo con tu nombre estaré yo… los ojos casi ciegos de mi asombro, junto al asombro de perderte y no morir.
Sin palabras.
Enrique Santos Discépolo
-Maestro: ¿A qué atribuye su éxito?
-Mira mijo, yo parto de la base de que la gente quiere llorar. Yo sólo les doy el pretexto.Felix B. Caignet a Gabriel García Márquez.
El poder enloquece. Calígula nombró cónsul a su caballo. Uribe Vélez fue más lejos: nombró a Andrés Uriel Gallego de Ministro.
Daniel Samper Ospina
Instrucciones para reemplazar a Uribe.
Revista Semana
Uno de los llamados Leopardos le argumentó a un ministro que había sido citado en el Congreso: ”El Señor ministro se lava la conciencia como Pitágoras se lavaba las manos”. El ministro respondió: “El honorable senador confunde los hechos: Pilatos y no Pitágoras fue quien lavase las manos”. Y, Augusto Ramírez Moreno, El Leopardo de ocasión, exclamó: ”He ahí la insolvencia de este Ministro: cree que Pitágoras no se lavaba las manos”.
Los Leopardos en los años veinte, de izquierda a derecha: Silvio Villegas, Joaquín Fidalgo, Eliseo Arango, José Camacho Carreño, Augusto Ramírez Moreno. Fotografía de Juan N. Gómez.