María Esther Vásquez: Le interesa la pintura?
Jorge Luis Borges: Si. Me han impresionado mucho Rembrandt, Turner, Velásquez, Tiziano y algunos pintores expresionistas. En cambio, otros a los que es ritual admirar, como El Greco, nada. La idea de un cielo eclesiástico me parece espantosa, un cielo parecido al Vaticano. Pero si el cielo de El Greco, era eso, estaría deseando ir a otro lugar. Lo habría hecho por sentir nostalgia del Purgatorio o del infierno. Pero, en el caso de El Greco, esto se debe a que él no creía en esas cosas y se nota esa indiferencia en los cuadros. Estaba seguro de que no había otra vida. Entonces “para quedar bien con el comisario” como diría Macedonio Fernández, pintaba todos esos obispos.
MEV: Cree que hay otra vida?
Borges: No. Tengo confianza de que no haya ninguna otra y no me gustaría que la hubiera. Yo quiero morir entero. Ni siquiera me gusta la idea de que me recuerden después de muerto. Espero morir, olvidarme y ser olvidado.