Dentro de este tema de la persistencia en el esfuerzo o el abandono total, que puede volverse obsesivo, con frecuencia me viene a la memoria la escena en que don Quijote, después de probar su celada y darse cuenta de que no sirve para maldita la cosa, desiste de probarla por segunda vez, la da por buena y se lanza sin más al peligro y la aventura sin preocuparse de las consecuencias. Por otra parte, hay grados: no publicar, no escribir, no pensar. Existen también los que recorren este camino en sentido contrario: no pensar, escribir, publicar…
…cuando vine a México tropezaba mucho con un anuncio que decía: “No escriba, telegrafíe”, que yo interprete al pie de la letra y quizá, habiéndolo tomado demasiado en serio, sea de donde procede mi tendencia a escribir con brevedad, o por lo menos frases breves. Pero volviendo a mi problema y al primer anuncio, continúo siendo más lector que escritor, y la verdad es que comprendo muy bien el placer de la lectura, pero todavía no alcanzo a ver claro el qué pueda derivarse de escribir.
Contra las sotanas sacrílegas, las maquinaciones políticas, y la literatura rosa.
Se nos acabó el porvenir. Alvaro Medina La aspiración del nadaísmo era desacreditar el orden instaurado en aquella época. El nadaísmo nacía de una sociedad que si no había muerto, apestaba a cucarachas sudadas a regimiento. A sotanas...