…parece provisto de voluntad propia, de un ego superior a su tamaño y resulta frecuentemente molesto debido a sus necesidades, apasionamientos e impredecible naturaleza. A veces hay hombres que sienten que los domina, les hace perder el control, les obliga a pedir favores de rodillas, de noche, a mujeres de las que de día preferirían no conocer el nombre. Ya sea insaciable o inseguro, exige pruebas constantes de su potencia, introduciendo en la vida de un hombre complicaciones no requeridas o frecuentes rechazos. Sensible y elástico al mismo tiempo, disponible de noche como de día con un mínimo de ayuda, ha actuado porfiada, aunque no siempre hábilmente durante una eternidad de siglos, incesantemente a la búsqueda, sensible, expandiéndose, probando, palpitando, penetrando, achicándose y queriendo siempre más. Sin jamás esconder su interés lascivo, es el órgano más honesto del hombre. También es el símbolo de la imperfección masculina. Es desequilibrado, asimétrico, caído, a menudo feo. Es sumamente vulnerable, aunque está hecho de piedra. No es un órgano monógamo. No conoce ningún código moral. Lo diseñó la naturaleza para la abundancia, desea la variedad y nada salvo la castración, puede eliminar su fascinación por la prostitución, la fornicación, el adulterio y la pornografía.
No hay nada más blanco que soñar con invasiones bárbaras que aniquilen lo blanco y que purifiquen la sociedad. Los surrealistas fueron los primeros en verbalizar esa fantasía.
…la Ilustración y el Romanticismo son hijos de la misma madre. Puede que se odien, pero han compartido la misma cuna europea. Los dos son tan occidentales como el Mac en el que mis amigos académicos redactan sus papers decoloniales para revistas indexadas, algo que...