El 22 de junio de 1633, Galileo Galilei, matemático y filósofo, fue conducido desde la cárcel del Santo Oficio, donde se encontraba desde el día 20 del mismo a la gran sala del convento dominico de Santa María de la Minerva y ante la Congregación del Santo Oficio le fue leída la sentencia por la cual se prohibía la publicación del Diálogo sobre los Máximos Sistemas del Mundo y se lo condenaba virtualmente a prisión perpetua y a recitar por tres años los siete salmos penitenciales. Inmediatamente Galileo pronunció su abjuración y abandono para siempre la falsa opinión de que el sol se halla en el centro del mundo e inmóvil y que la tierra no es el centro del mundo y se mueve, ya que esta doctrina es contraria a las Santas Escrituras.
Luis Antonio Restrepo.
Pensar la historia