Medellín en el contexto colombiano es una ciudad muy curiosa porque es muy homogénea, en ella todo el mundo habla y come igual. Diferente de Bogotá Cali, Barranquilla, donde la mayoría la mayoría de sus habitantes vienen de fuera. El antioqueño es un animal que emigra, pero a Medellín no llega nadie, o el que llega se vuelve antioqueño inmediatamente. Es muy fuerte la homogeneidad cultural de Medellín. Eso la hace una ciudad rara y le crea a los antioqueños la ilusión de que pueden construir una ciudad por fuera de las normas del capitalismo. Y se imaginan que todavía son compatriotas, que son antioqueños. Eso hace que Medellín, una gran ciudad, sea una aldea. Tanto en las casas de los ricos como de los pobres le ofrecen a uno fríjoles con arepa y chicharrón.
Estanislao Zuleta